Las notas de “Amparito Roca”, “Morenito de Valencia” o “Francisco Bravo” volvían a sonar por las calles de Vilafranca el sábado por la tarde después de comer. Era la Unión Musical de Vilafranca que iniciaba el tradicional pasacalle de Santa Cecilia para recoger las nuevas incorporaciones a la formación.
Después de un año de parada a causa de la pandemia, este año se han incorporado 16 nuevos integrantes de diferentes cuerdas. Seis clarinetes: Carla Monfort, Gabriella Martin, Alba Solsona, Rebeca Tena, Biel Dols y Jordi Tena. Dos flautas: Inés Gil y Lucía Rueda. Un oboe: Aida Redón. Tres percusionistas: Marc Troncho, Martí Folch y Martí Sancho. Una trompa: Victor Falcó. Una trompeta, Manel Andrés y dos saxos, Ainhoa Martínez al saxo alto y Gerard Fabregat al saxo tenor. Esta cantidad de nuevas incorporaciones demuestra la buena salud de la formación y de su escuela de música que, coincidiendo con la pandemia, ha registrado su récord de matriculaciones.
Este año el sistema de recogida fue diferente. Se establecieron tres puntos que concentraron los nuevos músicos. Así, primero se recogieron ocho a la Casa de la Cultura, después tres al Reloj y finalmente cuatro a la plaza de la Iglesia. Los últimos miembros a integrar la banda en años anteriores se encargaron de poner las L de “novatos” a los nuevos integrantes.
El pasacalle sirvió también para movilizar la población, ya que muchos se animaron a seguir las melodías de la banda por el pueblo. La próxima cita será el sábado a las cinco de la tarde en la Casa de la Música, donde la banda vilafranquina ofrecerá un completo concierto después de dos años de inactividad.
