Un mes después de las fechas habituales, Vilafranca ha vivido durante el pasado fin de semana los actos previos a la celebración de Sant Antoni. El sábado en los tres hornos de la localidad se elaboraron y cocieron miles de pasteles rellenos de confitura de calabaza. El domingo los mayorales con la ayuda de todos los voluntarios y sus caballerías arrastraron hasta el pueblo las barras de pino que conformarán la estructura de la monumental hoguera de Sant Antoni.
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